Dentro de la cultura occidental se considera al Idealismo (sistematizado por Berkeley y Kant) como el gran logro del pensamiento. El Idealismo sustrajo al humano del realismo comunitario y lo alentó a desarrollarse individualmente, y en ese punto de nuestra organización psicológica y sociológica estamos.
La ilustración practicada en nuestras escuelas es "idealista". Las competencias en información responden a este fundamento filosófico. El ejercicio de la política es idealista (los políticos dicen: -"A mí me parece").
La Ciencia Occidental es Idealista, de modo que los conocimientos que 'elabora' están fragmentados por el individualismo de sus mentores.
La Justicia es Idealista, con el asunto de los Derechos Humanos (Idealistas).
Pero en las culturas antiguas el conocimiento era un patrimonio común, asumido y puesto en práctica por todos. No había lugar para el "libre albedrío" en cuestiones que comprometían a los demás. La salud y eficiencia de la organización social estaba muy por delante del individuo; se debía propender al Bien Común.
El deterioro de los recursos en beneficio de intereses particulares jamás se hubiera producido.
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